sábado, 13 de noviembre de 2010

Y pensar cuando te conocí que viviríamos tantos momentos. Hemos llorado, hemos pasado muchos nervios y vivido situaciones que a la gente podrían parecer estúpidas. Pero lo que más hemos hecho sin duda ha sido reír. Al fin y al cabo, ese es tu trabajo. Ese mismo día en el que te conocí te hice una promesa que aún no he olvidado, ni olvidare nunca. Soy consciente de que es algo muy cabezota por mi parte, pero siempre supe que lo lograría. Después de dos años, tuve la oportunidad, y me la arrebataron. Pero ahora la tengo de nuevo y la cumpliré por ti. 

jueves, 11 de noviembre de 2010

Lo que más deseo ahora es volver a estar contigo y olvidar este tormento en el que vivo.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Me gustaría saber por qué me sentía de esa manera, qué creaba en mi ese llanto sin sentido. Tal vez nunca lo descubra, pero tú, con tan solo unas pocas palabras conseguiste que cesara, incluso sin saber en que situación me encontraba. Cierto que las lágrimas jamás dejaron de brotar de mis ojos, pero fueron sustituidas por lágrimas más vivas, acompañadas por una sonrisa. Muchísimas gracias. 

sábado, 6 de noviembre de 2010

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Gracias a ti he aprendido a aprovechar los momentos, a alegrarte por esas cosas que tienes presente, y crees que tendrás para siempre. Te pido perdón por esos errores que cometí cuando aun estabas junto a mi. Prometo que volveremos a vernos. 
 Cada vez que alguien te nombra, tu dulce risa resuena en mi interior. 

martes, 2 de noviembre de 2010

lunes, 1 de noviembre de 2010

Recuerdo que al principio pensé que tan solo eran celos. Siempre estabas conmigo, yo era la primera a la que llamabas para cualquier cosa que pudiéramos hacer juntos. Después, la conociste y me sustituiste por ella. Es cierto que desde  por aquel entonces comenzamos a distanciarnos sin darnos cuenta. Pero jamás pensé que llegara a tanto. Pasar de ser la persona que siempre corría con tanta alegría hacia mi en cuanto me veía a pasar de mi cuando me ves. Me sentí tan mal cuando, después de abrazarnos tan cariñosamente como siempre, te diste la vuelta y seguiste a tu bola, mientras tus propios amigos eran los que se quedaban a hablar conmigo. Y aún eres capaz de decirme que me quieres. Aun eres capaz de mandarme mensajes en los que pone "Te amo <3". Pero no eres capaz de decírmelo a la cara, ni de permanecer un solo instante conmigo. 
Ojalá pudiera responderte con un "Me demuestras todo lo contrario." cada vez que me dices que me amas.